Al parecer, Santa Catalina no escribió de su mano ninguna de las obras que se le atribuyen, sino que éstas son recopilaciones hechas por amigos y discípulos suyos.
De los años 1520-25 parece datar el códice Dx, en el que Ettore Vernazza, según se cree, escribe o recopila al menos los primeros escritos del Opus cateriniano.
En 1551, partiendo del Dx y amplificando datos y recuerdos, se publica en Génova el Libro de la Vita mirabile et Dottrina de la Beata Caterinetta da Genova, nel quale si contiene una utile et catholica dimostratione et dichiaratione del Purgatorio. Parece que en esta obra se unen tres escritos diferentes: Vita e Dottrina, que habría sido redactado por Cattaneo Marabotto, recogiendo datos autobiográficos de Catalina, así como sus enseñanzas y actos; Dialogo tra anima, corpo, amor proprio, spirito, umanità e Dio; y el Trattato del Purgatorio. En la presentación de esta edición princeps de la Obra cateriniana se dice que ha sido «recopilada por devotos religiosos», concretamente por «su confesor y un hijo suyo espiritual».
En 1743 un devoto de la santa publicó en Padua una nueva edición, en la que se revisa y actualiza el texto.
Sobre “El Tratado del Purgatorio”
El redactor de la Vita termina su crónica diciendo que en Catalina se veía el cielo, una criatura celestial, «cambiada en todo, perdida en Dios»; y al mismo tiempo el purgatorio, un corazón, consumido en el fuego del amor de Dios, en un cuerpo «martirizado» (cap. 42). En efecto, la enseñanza de Santa Catalina sobre el purgatorio parte de una experiencia mística verdaderamente personal. Dios le hizo padecer y entender las penas de las almas que están el purgatorio con una extraordinaria clarividencia.
La antigua traducción aludida del «presbítero de Reus», aunque tiene buena calidad espiritual, es demasiado libre.
Carpaneto (II, 94-121) ofrece en su edición dos versiones, en paralelo, del Tratado del Purgatorio. La primera es el texto del códice Dx, datado hacia 1520-25, que es el texto más antiguo, el más próximo, pues, a Santa Catalina. Su italiano tosco y descarnado es conmovedor, pues parece reflejar todavía los esfuerzos de la mística genovesa para expresar sus altas visiones; pero resulta a veces de difícil interpretación, y de más difícil traducción. La segunda versión es la del texto de la edición paduana de 1743, mucho más correcta con sus ampliaciones y perífrasis, pero escasamente fiable.
La presente traducción del Trattato del Purgatorio, parece atenerse normalmente al códice Dx. Y solamente acude a la versión de 1743 cuando no se ha hallado modo de traducir con seguridad el códice primero.
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